McKenzie Fey {Deadman}

« Guess who I am! »

« I shall greet the morning... alive. »
• • Descripción Física: Si de algo está orgullosa McKenzie, es de su condición física. Flexible y ligera, de piel blanquecina ,figura delgada y estilizada, y piernas largas que la dotan de una altura relativamente grande (1.66 m) su rostro posee rasgos finos y delicados, junto con sus ojos de color púrpura y siendo enmarcados por su larga cabellera de tono verde oscuro, que usualmente lleva sujeta con dos coletas, dejándose un flequillo que le cubre gran parte de la frente. En sus tobillos lleva dos aros de color rojizo, que utiliza para activar su Rama del Pecado.

• • Descripción Psicológica: Quien no se halla detenido a dialogar con ella concluirá que McKenzie posee una actitud egocéntrica y megalómana... deducción que de hecho no está del todo desencaminada, pero llega a exagerar. Quienes realmente se dan a la tarea de conocerla descubren que realmente no es tan mala, y de hecho es amable, agradable y respetuosa... al menos lo intenta. Refinada y educada, pese a todo lo que ha pasado no ha dejado de lado la crianza que le otorgaron, manteniendo ese aire elegante propio de una señorita de la alta alcurnia. Es en realidad muy extrovertida, y aunque normalmente no tiene la necesidad, si se da el caso puede hablar con cualquier persona con la que quiera hablar y no tiene problemas para meterse en cualquier conversación que le interese y luego salir como si nunca hubiese pasado por allí. Si puede echarle una mano a alguien con un problema (y no tiene que hacer mucho esfuerzo en el proceso) lo hará sin dudar. Orgullosa y fuerte, es muy apegada a sus ideales, no se deja vencer fácilmente por cualquier persona random que trate de bajarla de su nube soñadora y hace todo lo posible para cumplir sus metas.

Lucha por ser lo más amable y educada que pueda ser, incluso con las personas que le tratan mal o a las que simplemente no puede soportar, nunca se sabe si en un futuro próximo pordrán servirle de algo. No es muy de su estilo meterse en problemas o pelearse por tonterías, y encuentra a las personas con esta actitud muy estresantes. Reservada con su vida privada y su pasado, no suele tocar estos temas con nadie. Asímismo, si cree que el problema que tenga en esos momentos solo le concierne a ella y nadie más, se esforzara en que pase desapercibido y fingirá que todo está en orden. Tiene mucha facilidad para memorizar las cosas y es muy responsable y disciplinada, si promete algo, lo cumplirá aunque se deje la piel en ello. Cuando es necesario, le resulta fácil convencer a la persona de turno de que se ponga de su lado y coopere con la causa, gracias a su carisma y facilidad de palabra. Protectora con las personas a las que aprecia, pero jamás ha llegado a cometer alguna estupidez en este ámbito. Tiende a meditar las cosas antes de tomar cualquier decisión, aunque si se da el caso puede sencillamente dejarse llevar por sus instintos.


« Storyteller. »
• • Historia:
Hija única de un padre comerciante y una madre ama de casa a tiempo completo, McKenzie era de esas niñas a las que nunca les falta nada, mimadas en todo momento, que obtienen todo lo que quieren en todo momento y que a veces ni siquiera necesitan pedir para que se cumplan sus caprichos. En toda su vida asistió únicamente a los institutos más costosos, y sus padres se las arreglaban para costearle las academias extracurriculares más caras que conseguían. Su madre, una amante del ballet y la gimnasia, no dudo en inscribirla en una academia de ballet mundialmente reconocida, para que la niña puliera su talento nato. Toda su infancia y adolescencia la pasó como una persona normal, siendo educada como una “señorita de sociedad” y obedeciendo todas y cada una de las órdenes de sus padres, a los cuales respetaba en demasía. Pese a que sabía el aprecio que sus padres tenían hacia ella, sentía que debía esforzarse por cumplir todas sus expectativas y que estuvieran lo más orgullosos posible de ella.

Fue así como, a sus dieciocho años, la academia de ballet en la que llevaba estudiando desde pequeña fue invitada a participar en un festival internacional, cuya sede sería en Japón. Sin dudarlo, aceptaron la oferta y empezaron a preparar una obra de ballet para presentar en el evento, siendo la elegida El Lago de los Cisnes. Los papeles principales y más importantes de la obra eran, sin lugar a dudas, tanto Odette (el cisne blanco) como Odile (el “cisne” negro), que en ese caso serían interpretados por una misma bailarina. McKenzie, que siempre había interpretado los papeles protagónicos en las presentaciones de la academia, no dudó en audicionar para ambos papeles; sólo para llevarse la sorpresa de que quien representaría ambos papeles sería una muchacha que había entrado recientemente al grupo, hacía apenas cosa de dos meses. Esto frustró a la muchacha en demasía. No sentaba muy bien que una chica salida de la nada le quitara el protagonismo que tan acostumbrada estaba a tener. Sin más opción que llevar un papel secundario, se resignó a ver como el estrellato le era arrebatado de las manos. En todo caso, no tenía nada en contra de la muchacha que había obtenido el papel, admitía que tenía mucho talento y lo hacía bastante bien.

Llegó la fecha del festival, y todos los estudiantes de la academia, junto con sus respectivos padres o representantes, se trasladaron a Japón para participar en el evento. Aunque su papel no tuviese mucha relevancia en la historia, iba a bailar como si fuera la última vez que lo hiciera… Claro que ella no se esperaba lo que pasaría después. La obra en general se había desarrollado sin percances, todos los detalles perfectamente pulidos tal como solían ser las presentaciones de la academia. Faltaba poco para el último acto, y McKenzie se había detenido un momento para comprar una soda en la máquina de bebidas. Para cuando volvía a los camerinos, se percató de una figura negra que se deslizó rápidamente desde el final del pasillo hasta la habitación en la que se encontraban la mayoría de los bailarines. Extrañada, la muchacha apresuró el paso y abrió la puerta del camerino… Y los que en un momento habían sido sus compañeros de baile, alegres y animados por lo bien que estaba saliendo todo y por estar a punto de realizar la escena final; se convirtió en una exhibición de cadáveres, entrañas esparcidas por el cuarto y charcos y manchas de sangre cubriendo todas las paredes, el suelo, los espejo, el techo, e incluso ella misma, ya que aparentemente había entrado justo cuando había comenzado la masacre… que había sido especialmente corta. Se horrorizó aún más cuando vio a la chica que interpretaba a los dos cisnes apoyada en el espejo, y cuando leyó lo que estaba escrito en este: “Acto final: La muerte del cisne blanco”. Y todo fue aún peor cuando se fijó en que el asesino seguía allí. Este se apresuró en tratar de eliminar a otra posible testigo, y McKenzie para defenderse no pensó en otra cosa más que patearle lejos de ella… Momento en el que puso en acción por primera vez su Rama del Pecado; aunque no evitó que el asesino escapara tras recuperarse del golpe. Sin saber a dónde más ir, corrió a escena, con su tutú antiguamente blanco inmaculado cubierto de sangre y gritando a todo pulmón pidiendo ayuda.

Pese a que era prácticamente imposible que una muchacha de dieciocho asesinara por lo menos quince estudiantes en un lapso de tiempo tan corto, la huida del verdadero asesino y las circunstancias hicieron que McKenzie fuera declarada sospechosa de la muerte de sus compañeros. Según la fiscalía, la joven tenía un móvil muy claro: En su afán de perfección y egolatría, no pudo soportar que una desconocida le quitase el protagonismo así como así, por lo que para que no pasara lo mismo tuvo que borrarla del mapa… y para que nadie dijera nada, tuvo que deshacerse de quienes habían presenciado el momento. Pese a que sus padres movieron cielo y tierra para que la declararan inocente, ya que estaban más que seguros de que ella era incapaz de hacer algo así, la chica fue finalmente declarada culpable. No podía ver a ninguno de los representantes allí presentes a la cara, a sabiendas de que la mayoría la consideraban culpable de la muerte de sus hijos; no podía ni siquiera mirar a sus propios padres sin sentir dolor en el pecho. Con lágrimas en los ojos, fue trasladada al Deadman Wonderland, donde probablemente pasaría el resto de sus días desde ese momento, sin derecho siquiera a recibir visitas.

« These violent delights have violent ends. »
• • Atributos

• • Habilidad
• • • Carmine Boots
Su rama del pecado toma la forma de dos botas que cubren sus piernas hasta poco más arriba de la rodilla. Más allá de ser un buen complemento para su atuendo, su verdadera utilidad reside en su diseño: En una especie de propulsión a chorro, las botas disparan con fuerza pequeñas cantidades de sangre, para que así su portadora pueda realizar saltos más altos de lo normal y pueda caer con fuerza sobre sus enemigos, encajándoles el filo de la suela y del tacón, como si estuviera realizando una danza. Aunque son competentes para atacar, no son muy útiles para la defensa, por lo que su defensa consiste en saltar y evitar los ataques.

• • • Waltz: Carmine Strike
Activadas las Carmine Boots, McKenzie puede realizar otra habilidad que consiste en lanzar una patada al aire que desarma parte de las botas, pero a cambio hace que la sangre desprendida se convierta en pequeñas y afiladas cuchillas que vuelan rápidamente hacia el enemigo para incrustarse en él.

« Info, info everywhere!»
• • Otros Datos:
} Su estilo de lucha emula a una danza: Salta, cae sobre sus enemigos, vuelve a saltar, hace un giro... Lo de "bailar como si fuera la última vez que lo hiciera" se lo toma muy en serio.
} Por imposible que suene, a ella le gusta el sabor de los caramelos antídoto.
} Tiene debilidad por todo lo que se vea dulce y achuchable. Asimismo, es una fanática extrema de los peluches.
} Le encanta el chocolate caliente. Si deja de beberlo un solo día, se pone de un humor terrible.
} Usualmente se le puede ver leyendo algún libro... o al menos intentándolo. Le va más el estar pendiente de lo que las personas a su alrededor hacen.
} Lleva en el cuello un guardapelo con una foto de sus padres y ella, varios años antes del incidente.


• • Nivel de roleo: Pueeees aunque ya llevo varios años en foros de rol y creo que he mejorado desde entonces, todavía tengo mucho que aprender. Diría que mi roleo es de nivel normal o3o.

PD: Me sale algo de que los users nuevos tienen prohibido poner "vínculos externos" por unos siete días, y así. Sooo, no puedo poner imágenes u_uU sorryyy.

https://deadmanwonderland.forosactivos.net/t124-evento-de-xp-y-creditos-invita-a-un-amigo#1699

Energía +1

Vida {11}
Energía {7} +1= 8
Sangre {12}